martes, 28 de mayo de 2013

Sonríeme



Han pasado ya varios años de mi primera entrada, y puedo recordar cada momento que pasé en tal fecha. Es increíble cómo cambia todo, y cuán rápido pasa el tiempo. 
Cosas, lugares, personas, que ya no están, que han cambiado.
Siempre he pensado que todo lo que sucede en la vida tiene un propósito; obrar para bien. Hay que dejar que las cosas sigan su curso, ya que veces entorpecemos los planes de Dios con nuestras propias decisiones, y luego nos lamentamos de lo sucedido.
Necesitamos aprender a no vivir de problemas, si no de alegrías.
Siempre podemos tomar una buena enseñanza de algún momento difícil de nuestra vida, además hay tantas cosas por las cuales ser feliz… ¿Te has dado cuenta alguna vez de lo hermoso que es el cielo? El mar azul, una playa de noche, un campo lleno de flores, la lluvia para dormir, un atardecer de verano, la inocencia de los niños, la sonrisa de tus padres, la ternura de tus abuelos, el amor de tu pareja, el abrazo de una persona amada,  La fidelidad de DIOS… Hay infinidades de cosas por las cuales puedes tomarte un segundo para sonreír, y reflexionar que no todo es tan malo en la vida, nosotros somos los que no valoramos las cosas hermosas que vivimos.
Lo bueno de ser feliz, es que les puedes contagiar tu alegría a las demás personas, es la única “enfermedad” que no es mortal, si no que al contrario te concede más calidad de vida.   

Hoy, hay nuevas cosas, lugares, personas que sí están, y que me gustaría que estén por mucho tiempo más. Pero sé que cada cosa tiene su tiempo, y todo pasará siempre, por mi propio bien.
“Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo  (Eclesiastés 3:1)